Calidad constante

La cantidad de colores y tamaños diferentes muestra la gran diversidad que ofrecen las hortalizas. Sin embargo, al mismo tiempo el mercado busca regularidad: los productores, comercializadores y la industria del procesamiento requieren un producto uniforme. Para conseguir que el consumidor repita la compra, no puede ser defraudado. Los estándares y expectativas están aumentando también en las economías emergentes, donde la creciente clase media cada vez muestra una mayor disposición a pagar un poco más para tener un producto de calidad y confianza.

De confianza
El consumidor compra una hortaliza, en primer lugar, por su apariencia. Por tanto, una presentación clara y atractiva es esencial. Nosotros nos diferenciamos en este sentido gracias a nuestros elevados estándares de calidad. Nos esforzamos por conseguir que nuestras semillas ofrezcan el máximo rendimiento y el mínimo porcentaje de desviaciones de forma o color en el producto final. También ofrecemos productos con características únicas, como un tomate con un intenso color rojo en su interior o un melón que tiene un sabor delicioso incluso después de un largo transporte.